Pablo siguió sus viajes
misioneros, y esta vez fue para Jerusalén. Al llegar a la ciudad, él fue
corriendo a hacer lo que más le gustaba: hablar de Jesús para las personas.
Cuando los religiosos lo vieron, motivaron al pueblo para agarrarlo y
maltratarlo. Un guardia, cuando vio el escándalo, agarro a Pablo queriendo
saber que era lo que él estaba haciendo. Pero, los gritos y la confusión eran
tantas, que él, para proteger a Pablo, decidió llevarlo para las autoridades.
Aun viendo la furia de la
multitud, pablo pidió permiso para hablar con el pueblo y contar su historia,
desde la época que odiaba a los cristiano hasta que tuvo un encuentro con
Jesús, y como ahora era un hombre totalmente transformado, que serbia al Dios
vivo que resucito a Jesucristo. Ah! Qué actitud tan valiente tuvo Pablo. Él
estaba siendo criticado, maltratado por causa de su fe en Jesús, pero no perdió
la oportunidad de confesar que Jesús era su Señor.
La multitud, aun después de
oírlo, no quiso aceptar la verdad. Pablo quedo preso en la fortaleza, y durante
la noche Jesús le dijo que tuviera valentía y no tuviera miedo, pues necesitaba
que él hablara de Él también en Roma. Pablo se quedo muy feliz al saber que
todo por lo que estaba pasando era para que la Palabra de Dios fuera llevada a
todas las personas. Mientras estaba preso, algunos hombres trataron de matarlo,
pero el comandante se entero e inmediatamente llevo a Pablo para otra ciudad.
En la ciudad de Cesárea, Pablo
dio su testimonio frente al gobernador Félix, que vio que Pablo no tenía
ninguna culpa, pero aun así lo mantuvo preso, el rey Agripa y al reina Berenice
fueron a pasar algunos días en Cesárea, y el gobernador les hablo respecto a
Pablo, que tuvo la oportunidad de hablar de Jesús para ellos y para todas las
autoridades de la ciudad. Todos escucharon muy atentos y el rey comento que
Pablo casi lo convenció para volverse cristiano.
Niños, ¿ustedes entendieron porque Pablo se
quedo preso? ¡Para poder hablar de Jesús para las autoridades! Nosotros no
podemos tener miedo ni vergüenza de hablar a las personas de lo que Jesús hizo
en nuestra vida, porque cuando creemos en él, y pedimos Su ayuda, él nos da fuerzas
y valentía y toda la vergüenza se va. ¿Ustedes entendieron niños?
ACTIVIDADES
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