El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? (Romanos 8:32)
Tal
vez usted amiga educadora, ya tiene el Espíritu Santo y dice "y este ayuno
para que debo hacerlo?" Pues bien, serán 40 días de consagración, de
entrega, de intimidad con nuestro Señor, apartadas de todo aquello que nos roba
tiempo y concentración.
Piense
en esto; Si El ya le dio su Espíritu, será que su mano se a acortado para darle
todo aquello que usted necesita para glorificarlo?
Busque
la renovación, busque intimidad con El, renuncie a sus deseos, voluntades,
gustos y aun mas a sus miedos, complejos y vera cosas extraordinarias en su
vida!
Un
fuerte abrazo y en la Fe!
Colaboro: Mariana E.B.I Masaya
0 comentarios:
Publicar un comentario