A pesar de haber creado a los animales terrestres, en el sexto día Dios formó también el hombre. Dios tomó el barro y lo moldeó, o sea, formó un hombre conforme a Su semejanza. Él hizo igual al alfarero que del barro hizo un lindo jarro. Dios sopló el aliento de vida en el nariz del hombre y, en el mismo instante, él pasó a tener vida. Ese hombre se llamó Adán.
Dios se quedó contento en haber creado a Adán, Y el hombre quedó en un lindo jardín que se llamaba Edén, donde viviría, cuidaría de las plantaciones y del jardín. Dios cuidaba de Adán y dio su mejor para él. Así también él tiene cuidado de cada uno de nosotros
Adán debería escoger los nombres de los animales. Dios dio autoridad para que cuide de todos los animalitos, y hasta los salvajes lo obedecían.
Amiguitos, en el Edén había muchos árboles y frutas sabrosas. Adán podía comer cuantas veces quisiera. Pero había un árbol en medio del jardín, que Adán no podía comer su fruto, pues Dios le había dicho:
- Puedes comer las frutas de cualquier árbol del jardín, menos del árbol que da el conocimiento del bien y del mal. No comas la fruta de este árbol, pues en el día que lo comas, ciertamente morirás.
Todos los animales tenían sus pares, pero Adán no tenía ninguna compañera. Entonces Dios resolvió hacer una esposa para él y dijo:
- No es bueno que un hombre viva solo. Voy a hacer para él alguien que lo ayude, como si fuese su otra mitad.
Niños, ¿saben como Él creó a la mujer? (Espere la participación) Dios hizo a Adán que quedara con mucho sueño, y después sacó una de sus costillas. Y con la costilla hizo a la mujer. Vieron, Dios también creó a la mujer usando las manos, y no a través de la palabra como lo hizo con las otras creaciones.
Adán quedó muy feliz al ver a su esposa. Adán y Eva estaban felices en aquel lindo paraíso, viviendo juntitos de Dios.
CONCLUSIÓN
Adán y Eva fueron creados por Dios y, cuando nacemos somos criaturas de Dios también. Pero al aceptar a Jesús en nuestras vidas, pasamos a ser hijos de Dios. Y como hijos tenemos el derecho a la Presencia de Dios y a las bendiciones. El hombre y la mujer fueron creados para adorar a Dios. Y hoy vivimos para adorarlo también. Está escrito: “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.” (Génesis 1.27)
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