13 may 2012

La importancia de la obediencia.



Pablo y Juan eran hermanos. Juan era el mayor y muy obediente a las enseñanzas de su madre. Pablo era distinto de su hermano y no tenia en cuenta lo que enseñaba su mamá. Doña Rosa siempre hablaba con sus hijos para no que no jugaran con cosas peligrosas, que no tocaran en aquello que no conocen, y tampoco aceptaran cosas de personas extrañas.
Un cierto día ellos vieron en la basura una caja de regalo toda adornada. Pablo corrió rápidamente y agarro la caja para abrirla. Juan se acordó de las palabras de su madre, pero Pablo no le dio oídos y agarro la caja. Cuando la abrió llevo un gran susto, pues la caja estaba llena de hormigas y cucarachas. Pablo fue picado por las hormigas y llego a la casa llorando. Doña Rosa quiso saber lo que había acontecido y Juan le conto todo a su madre. Entonces ella explico a su hijo la importancia de ser obediente y obedecer las enseñanzas que ella daba, y le conto una historia de la Biblia de un hijo que no obedeció las enseñanzas de sus padres y termino muy mal. Ella estaba hablando de Sansón, hijo de Manoa. Su esposa era estéril, y no podía tener hijos, pero un ángel se le apareció y le anuncio que ella tendría un hijo y él serviría a Dios, y por eso nunca debería cortarle el pelo.
Ella quedo embarazada y en el tiempo cierto nació él bebe. El niño creció y se torno un hombre muy fuerte, el más fuerte de todo aquel pueblo, su nombre era Sansón. El defendía a su pueblo contra los enemigos y por eso ellos lo odiaban tanto. Los padres de Sansón siempre lo orientaban a no envolverse con las mujeres que no fuesen del pueblo de Dios, pero él desobedeció y empezó a quedar novio de Dalila, una linda mujer del pueblo enemigo. Los filisteos aprovecharon eso y le pagaron a Dalila para que ella descubriera lo que hacía de Sansón un hombre tan fuerte. Ella insistió tanto que Sansón termino diciendo que su fuerza estaba en su cabello. Sansón tenía un voto con Dios y, si se cortaba el cabello, estaría quebrando este voto y con eso quedaría débil. Dalila les conto a los filisteos, y cuando él estaba durmiendo, ellos vinieron y cortaron su pelo.
Sansón despertó y ya no tenía fuerza y fue llevado para un templo donde las personas adoraban a otros dioses. Los enemigos ataron a Sansón en medio de las columnas y empezaron a reírse de él. Fue cuando Sansón reconoció su error y pidió perdón a Dios y suplico que Él le diera otra oportunidad de vencer a los filisteos. En aquel momento Dios lleno a Sansón una vez mas de fuerza, y él consiguió destruir las columnas en la cual estaba atado y el tiemplo cayo sobre ellos. Sansón destruyo más enemigos en aquel día que en toda su vida.

CONCLUSIÓN
cuando Doña Rosa termino de contar la historia de Sansón, Pablo dijo a ella que de aquel día en adelante él sería un hijo obediente y pidió perdón a su madre. El aprendió que la desobediencia de Sansón lo llevo a momentos muy difíciles, pero felizmente él se arrepintió y fue perdonado por Dios. Por eso, si tú has sido desobediente, aproveche el día de la madre y pida perdón a ella, o para esa persona que te cuida, tu abuelita, tía o hermana. Determine que a partir de hoy usted será un hijo muy obediente a tu mama y a Dios. ¿Quién me comprendió?



















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