En la ciudad de Listra sucedió
algo muy triste con pablo: los judíos que vinieron de otra ciudad, convencieron
a la multitud de apedrearlo, y después lo arrastraron para fuera de la ciudad
pensando que estaba muerto. Pero cuando los discípulos se juntaron para volver
por él, él se levanto y entró a la ciudad de nuevo. En el día siguiente, Pablo
y Bernabé partieron a la ciudad de Derbe. Él era muy perseverante y no se
preocupaba con la persecución! Después, ellos viajaron en barco para varias
ciudades, ayudando y motivando a los cristianos que Vivian ahí.
Ellos enseñaban que era necesario
esforzarse para entrar en el reino de Dios. En cada Iglesia y ciudad que ellos
pasaban, ellos escogían hombres de fe para predicar el evangelio, oraban,
ayunaban, y los entregaban a Dios para que los protegiera. Ellos seguían
alegres y contentos predicando el evangelio, levantando obreros y lideres para
las nuevas Iglesias que iban siendo abiertas. Cada día las Iglesias eran más
fuertes en la fe y aumentaba el número de convertidos.
Pablo era un hombre muy obediente
a Dios, y donde el Espíritu Santo lo mandaba a ir, inmediatamente él iba.
Muchas personas en aquella ciudad fueron curadas y liberadas, inclusive una
joven esclava que adivinaba el futuro, cuyos dueños la usaban para ganar
dinero. La pobre joven era dominada por espíritus malos y Pablo, indignado con
la situación de la joven, la libero. Niños, los dueños de la esclava se
quedaron muy furiosos con Pablo y Silas, y los llevaron con las autoridades.
Ellos fueron golpeados y llevados a la prisión.
¿Creen que ellos se quedaron
tristes con lo que sucedió? No!! A la media noche, ellos comenzaron a cantar y
a orar a Dios, entonces de repente, hubo un terremoto y las cadenas que
mantenían presos a Pablo y Silas se rompieron y las puertas de la cárcel se
abrieron. Y cuando el carcelero despertó, cuando vio las celdas abiertas, se
desespero mucho, con miedo de que los prisioneros hubieran huido. Su desespero
fue tan grande que él pensó en quitarse la vida.
Pero, Pablo impidió que eso
pasara, informándole que nadie había huido. El carcelero se quedo muy feliz que
se arrodillo delante de Pablo y le pregunto: ¿Qué debo maravilla!!! ¿Saben lo
que sucedió? Él y toda su familia oyeron la Palabra de dios, aceptaron a Jesús
como Salvador de sus vidas y se bautizaron. Ellos llevaron a Pablo y silas para
su casa, comieron juntos y demostraban una gran alegría por haber creído en
Dios.
Dios permitió que Pablo y Silas fueran presos
para que hablaran de Jesús par el carcelero y su familia. Si ellos no hubieran
estado en prisión, aquella familia perdería la oportunidad de oír la Palabra de
Dios, y de convertirse. Al ver aquella familia alegre y contenta por conocer a
Dios, Pablo y Silas se animaron más y mas para hablar de Jesús sin cansarse, no
se quedaron con miedo de ser presos nuevamente; al contrario, ellos seguían
viajando para otras ciudades con mucha alegría.
ACTIVIDADES
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