Había una vez dos hermanos: Felipe y Pablo. Felipe le gustaba participar de la EBI, y aprendía muchas cosas que agradaban a dios. Él obedecía a los padres y los respectaba, y siempre se alejaba de las cosas equivocadas. En la EBI, prestaba mucha atención en las clases y le gustaba leer las historias de la Biblia. Felipe sabía que si él practicase la Palabra de Dios sería muy bendecido. En la escuela, él era un alumno muy estudioso y obediente. Por ser un buen niño, los padres de Felipe le daban de todo que él necesitaba.
¿Niños, ustedes sabían que la Biblia trae ejemplos de personas como Felipe? Felipe puede ser comparado a un hombre cuidadoso de una parábola que Jesús contó. Un día, el hombre cuidadoso construyó una casa sobre la roca, pues quería vivir en un lugar seguro. Él no construyó su casa apurado, pero si cuidadosamente, observando todos los detalles. En un cierto día, aconteció algo preocupante: Una fuerte lluvia inundó toda la ciudad.
El viento sopló tan fuerte contra la casa de aquel hombre, pero al casa no se cayó… ¿Saben por qué? Porque fue construida en un lugar seguro, sobre la roca. El hombre se colocó feliz al saber que había hecho todo correcto. Niños, esta historia nos enseña que quien platica los enseñamientos de Dios es como el hombre sabio y cuidadoso que construye su casa sobre la roca.
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