Al ser bendecido, Jacob tuvo que huir para otra ciudad, pues su hermano Esaú quedó furioso y
pensaba en hacerle mal .
Jacob ando mucho tiempo y durmió muchas noches en el
camino y, cierta noche, él usó hasta una pierda como almohada.
Jacob llegó a la
ciudad donde su tío Labán vivía y vio una pastora cerca de un pozo sacando agua
para las ovejas.
Jacob le preguntó si conocía a su tío Labán, y los pastores
dijeron que si y mostraron a Raquel, su hija. La joven era pastora de ovejas y
estaba llegando para dar agua al rebaño. Jacob ayudó a Raquel a dar agua para
las ovejas y se presentó para ella diciendo que era su pariente.Raquel corrió
y le contó al padre que el primo había llegado.
Jacob trabajó por mucho tiempo
para su tío, sin recibir nada a cambio. Pero, un día Labán preguntó a Jacob
cuanto a él le gustaría ganar.
Fue
ahí que él contó que amaba a Raquel y que iría a trabajar por ella sin ganar
nada durante siete años y, a cambio, pidió la mano de Raquel en matrimonio.
Labán aceptó y Jacob trabajó durante siete años alegremente.
Al fin, llegó el
gran día, el día del matrimonio.
¡Jacob estaba muy feliz! Pero, en el momento
del matrimonio, Labán en vez de darle a Raquel, le dio Lea, la hija mayor. Jacob reclamó con el tío y dijo que había trabajado para casarse con Raquel y
no con Lea.
Pero, él explicó que la hija menor no podría casarse primero que la
mayor y que le entregaría a Raquel por el trabajo de siete años más.
En aquella.época, el hombre podía tener más de
una esposa y Jacob amaba tanto a Raquel que aceptó el nuevo acuerdo del tío.
Él
no se preocupó con el tiempo que todavía tendría que trabajar por causa del
amor que sentía por Raquel. Saben niños, Dios permitió que Jacob esperara aquel
tiempo todo, pues, mientras eso, él aprendería a cuidar de ovejas y así se
tornó más rico que su tío.
CONCLUSIÓN: Nada hizo que Jacob se rindiera de su
sueño. Él perseveró durante 14 años, pues tenía la certeza que alcanzaría la
victoria. Hay veces que las personas quieren recibir una bendición de Dios,
pero no saben esperar. Por eso, amiguitos, si ustedes pidieron algo a Dios y
todavía no lo recibieron, no se rindan, pues Él irá bendecirlos en el tiempo
exacto. Continúen orando y creyendo en Dios y no se rindan de sus sueños.
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