¿Usted sabia que las personas,
mismo siendo gemelas, tiene el comportamiento diferente? Los gemelos Esaú y
Jacob eran así. Jacob era obediente a las enseñanzas de los padres y daba valor
para las cosas de Dios, pero Esaú era bien diferente. Él desobedeció a las
enseñanzas del padre y se junto con mujeres que servían a otros dioses. Saben
niños, esas mujeres enfurecieron mucho a Isaac y Rebeca, padres de Esaú y
Jacob.
Rebeca sabia que un día Esaú
recibiría la bendición del hijo mayor, y se daba cuenta que él no daba valor
para el derecho de ser bendecido y, por eso, ella decidió ayudar a Jacob para recibir la bendición en lugar de Esaú.
Cierto día, Isaac pidió que Esaú cazara un animal, que le preparara una comida,
por que después oraría por el pasando la bendición.
Rebeca oyó la conversación y le contó a Jacob. Esaú fue para el campo a cazar y ella mando que Jacob fuese hasta el rebaño y que tomase dos cabritos para preparar una comida para Isaac. Él obedeció e hizo todo conforme la mamá había mandado.
Rebeca preparó la comida, tomó una ropa de Esaú, pidió que Jacob la vistiera y mandó que se cubriera las manos y el cuello con la piel de los cabritos para que quedara peludo y se pareciera a Esaú.
Rebeca oyó la conversación y le contó a Jacob. Esaú fue para el campo a cazar y ella mando que Jacob fuese hasta el rebaño y que tomase dos cabritos para preparar una comida para Isaac. Él obedeció e hizo todo conforme la mamá había mandado.
Rebeca preparó la comida, tomó una ropa de Esaú, pidió que Jacob la vistiera y mandó que se cubriera las manos y el cuello con la piel de los cabritos para que quedara peludo y se pareciera a Esaú.
Amiguitos, Rebeca estaba haciendo todo aquello porque quería que Jacob
recibiera la bendición en lugar de Esaú, pues él respetaba las cosas de Dios.
Jacob hizo todo como la mamá lo
orientó e Isaac, después de haber comido, bendijo a Jacob pensando que era
Esaú. Jacob salió alegremente de aquel lugar, y luego en seguida llegó Esaú con
la comida para el padre. Sin entender lo que estaba ocurriendo, Isaac preguntó
quien era él, y Esaú respondió: “Soy yo, tu hijo mayor.” Muy triste, Isaac dijo
para Esaú que había acabado de bendecir a otra persona en su lugar. Esaú pidió
al padre que lo bendijera también, pero Jacob recibió la bendición principal.
Amiguitos, Esaú quedó con tanta rabia de Jacob, que pasó a odiarlo. Sabían que,
él estaba tan enojado con Jacob que pensaba en matarlo así que su padre muriera
(Isaac). Cuando Rebeca supo que Esaú estaba pensando en hacer eso con Jacob, lo
mando para que huyera para la ciudad adonde vivía su tío Labán, y dijo que él
viviría allí hasta que Esaú cambiara de idea.
CONCLUSIÓN
Saben niños, Esaú tomó la peor
decisión de su vida cuando vendió el derecho de primogenitura, la bendición
prometida para los hijos mayores. Debemos tener cuidado para no desobedecer a
Dios, para que no vengamos a perder las bendiciones que Él tiene para nosotros.
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