Yo estaba muy enfermo, me daban
fiebres y los médicos decían que yo iba a morir; lloraba mucho cuando estaba en
el hospital. En mi casa pasábamos hambre porque mis padres no tenían trabajo. Participando
en la EBI escuché hablar de la Campaña de Israel y decidí sacrificar por
sanidad. Para construir mi sacrificio yo vendía muñecos de poroplas que hacia
mi papá. Yo salía a vender y fui juntando todo en mi sobre de la Campaña.
Sacrifiqué y Dios me sanó, ya no tengo ninguna enfermedad. También conquisté
una bicicleta, en mi casa no hace falta nada y obtuve una beca de estudios. Así
como Dios me bendijo, también los puede bendecir a ustedes amiguitos.
Erickson Murillo - 8 años
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