¿QUIÉN SE acuerda
del nombre del hombre que crió a Ester? (Deje que ellos participen) ¡Eso mismo!
Mardoqueo. Él estaba entre los judíos que fueron presos. En este país, Persia,
reinaba el rey Asuero. Cierto día, estando él muy feliz, resolvió dar una gran
fiesta para conmemorar con todas las personas importantes del reino, e invitó
también a sus siervos. Fue una fiesta que duró meses. ¡Qué bueno! Todo en el
palacio era bellísimo. El rey mandó preparar todo de una forma especial. Todos
los que estaban en este banquete enorme, comieron y bebieron bastante, ¡Que
abundancia! Hasta la reina Vasti, esposa del rey, aprovechó el momento para dar
una fiesta solo para las mujeres. Y todos estaban divirtiéndose mucho.
En el séptimo día de fiesta,
el rey, que ya estaba con su corazón muy feliz, resolvió mostrar para todos a
su bellísima esposa reina Vasti, su esposa amada. Niños, todos nosotros cuando
tenemos una cosa bonita, queremos mostrarla a todos, ¿no es verdad? Así pensó también
el rey Asuero. Él mandó que sus siervos buscasen a la reina, para mostrarla a
los invitados.
Todos
estaban curiosos y llenos de expectativas, porque la reina era muy bonita. Y
aquella seria la oportunidad de conocerla y verla de bien de cerca, con su
corona real. ¡Pero ustedes ni se imaginan lo que ocurrió! Los siervos volvieron
a la fiesta solitos, tristes y con la cabeza baja, ¿y saben por qué? La reina
decidió desobedecer al rey, no atendiendo a su llamado.
¡Qué
fea actitud la de ella! El rey se quedo muy desilusionado con el comportamiento
de la reina. Imaginen la vergüenza que él habrá pasado delante de todos en la
fiesta!
Vasti, a partir de aquel
día, dejó de ser reina por causa de su desobediencia.
Conclusión:
¡Vieron, niños, que grave
consecuencia trajo la desobediencia de la reina! Ella perdió el trono y el
derecho de estar al lado del rey. La desobediencia es un gran pecado, y todo
pecado trae consecuencias que no son buenas. No permitan que la desobediencia y
la rebeldía saquen sus derechos de estar al lado del Rey que es Jesús. Tienes
que ser unos hijos e hijas obedientes a los padres, así siempre serán amados
por ellos y bendecido por Dios.
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